CAMINO de ETERNIDAD

Mediodía, unas manos, una mirada , un abrazo.

Un largo camino hacia la luz. Un camino sin tiempo, sin límites. 
Montañas , laderas cubiertas de flores , el mar y a lo lejos el horizonte. Se movió lento, corrió a ratos, se elevó en ese sendero eterno y solitario hacia un infinito blanco ; por momentos siluetas hetéreas le acompañaron en silencio. Muchas veces cayó, volvió a levantarse y reinició su marcha por lugares nuevos o ya transitados...el caracol es un eterno aprendizaje.

Al acercarse escuchó a lo lejos el ruido del ir y venir de las olas golpeando el roquerío. En el horizonte apenas iluminado por la luna, esa luna que guió sus pasos, vió las dos siluetas moviéndose al unísono unidas por un hilo de luz y una gran paz inundó su alma. Miró hacia la colina buscando la cabaña abandonada ; se encaminó hacia allá subiendo paso a paso cada peldaño de piedra ; la oscuridad era casi completa, pero ladama blanca una vez más iluminó el camino.
Al abrir la puerta, el fuego en la chimenea golpeó su rostro , dos manos tomaron las suyas,  sus ojos reencontraron esa mirada profunda que le acompañó siempre y un abrazo eterno unió las dos almas.

En el jardín dos rosas entrelazadas sobrevivían al tiempo.